Para empezar a hablar de esta cuestión voy a contar como surgió en mi cabeza el hecho de poner una tienda online en la que se alquilaran los vestidos. El estar dedicada a la moda desde hace más de 20 años, me ha obligado a tener que viajar mucho a Ferias de Moda de toda Europa, viajar bastante a exposiciones y eventos relacionados con este sector.

Esto ha hecho que me rodee con gentes de muchas nacionalidades y por lo tanto de distintas culturas y mentalidades lo cual hizo que yo pudiera ver más allá de mi criterio y creencias acerca de lo que yo podía imaginar que demandasen los consumidores de moda de nuestro tiempo. Vi que las preferencias de consumo estaban cambiando y que hoy en día hay algunas personas que eligen el sistema de alquiler al de compra.

No se trata de nivel económico, se trata de filosofía de vida. Hoy por hoy hay muchas personas que deciden alquilar lo que no le van a sacar un uso constante, aquellos artículos que no van a rentabilizar. Así está surgiendo esta nueva corriente de consumo en la que se prefiere vivir la experiencia, que invertir en ella.

     Esto hizo empezara a buscar información sobre los requisitos y pormenores de este tipo de negocio. La verdad es que tiene muchos factores a los que combatir, como por ejemplo:

  •  El más significativo de los inconvenientes es la poca rentabilidad que da el alquiler frente a la gran inversión que hay que hacer en este tipo de Moda.
  • Hay que estar preparado de personal para atender a las necesidades de información  de los clientes, en este tipo de servicio que todavía incita dudas por su novedosa implantación en el mercado.
  • La preparación de los paquetes  y la revisión minuciosa que hay que hacer tanto de los envíos como de las recepciones.
  • La logística es un gran factor a tener en cuenta. La gran responsabilidad de la organización de entregas en los plazos establecidos. Uno de los valores más importantes en esta empresa es la «formalidad de nuestra palabra».
  •  El ofrecer al cliente el envío gratuito supone un gasto y perjuicio en la rentabilidad de ese alquiler o compra para la empresa.
  • Además hay que gestionar las devoluciones.
  • El posible mal uso que el cliente le pudiese dar a este tipo de prendas tan valiosas y delicadas es otro de los grades riesgos
  • La elección de modelos que aseguren su acertada adaptación al cuerpo de la mayoría de las personas, sin necesidad de arreglos.
  • Tener que contar con personal de confección para la revisión minuciosa de cada prenda por los posibles daños sufridos en el alquiler.
  • Disponer de una empresa de confianza para que se encargue del lavado y planchado de cada prenda que es devuelta.

 

     He de admitir que encontré muchas desventajas en este tipo de negocio por lo que tuve que enfrentarme a muchas dudas y temores. Tenía claro que sólo podría ver beneficios con el paso de los años y siempre y cuando no se presentaran otros imprevistos negativos.

 Pero era tan clara la visión que tenía de lo que demanda la sociedad de este siglo y vi tan claro que mi negocio de alquiler y compra se va a adaptar a las necesidades de mercado, misión,  que decidí embarcarme en este arriesgado proyecto aún sopesando tantas dificultades.

    Como dice el refrán en mi tierra “Sobre un cobardes no hay nada escrito”.

Una vez decidida, puse todo mi esfuerzo e ilusión en que Annatelier pueda ser una empresa que satisfaga las necesidades de su público y si esto lo consigue, todo lo demás vendrá seguro.

Si alguien está interesado en este tipo de negocio, contacten con nosotros y les informaremos de la posibilidad de pertenecer a nuestra Franquicia Annatelier. Simplemente tienen que dirigirse a nuestro departamento de atención al cliente en www.annatelier.es.

Será un placer el atenderles.